El expresidente ratificó la validez del bombardeo en Caquetá en septiembre, que dejó como saldo siete menores muertos, advirtiendo que se desconocía su presencia al momento de hacer el operativo. Eso sí, dijo que él sí hubiera comunicado los hechos.
El congresista defendió que el operativo “se llevó a cabo de acuerdo con las normas nacionales e internacionales”.
El expresidente ratificó la validez del bombardeo en Caquetá en septiembre, que dejó como saldo siete menores muertos, advirtiendo que se desconocía su presencia al momento de hacer el operativo. Eso sí, dijo que él sí hubiera comunicado los hechos.
Al término del álgido debate de moción de censura que en la noche de este martes efectuó el Senado de la República contra el ministro de Defensa, Guillermo Botero, y en el que se denunció que supuestamente se habría ocultado la muerte de siete menores durante un combate en septiembre, el senador Álvaro Uribe Vélez salió en defensa del funcionario y dio validez a la pertinencia del operativo, reivindicando que no se tenía conocimiento de la presencia de niños.
Sin embargo, el congresista –máximo representante del Centro Democrático–, declaró que es tarea de la Fiscalía determinar por qué había menores en un campamento terrorista que fue objeto de un bombardeo y cómo llegaron hasta allí. “Si hay unos niños que están en el campamento de un terrorista, ¿qué supone uno? ¿Llegarían allá por su curiosidad a jugar fútbol o fueron reclutados por el terrorista?”, manifestó el expresidente.
Previamente, el senador citante del debate, Roy Barreras del Partido de La U, denunció con un documento de Medicina Legal en mano que el pasado 2 de septiembre siete menores –de entre 12 y 17 años– perdieron la vida durante un bombardeo en San Vicente del Caguán (Caquetá), con el agravante de que fueron presentados como “delincuentes muertos en desarrollo de operaciones militares”. Dicha acción militar estaba dirigida contra Gildardo Cucho, miembro de una disidencia de la antigua guerrilla de las Farc, que fue calificada como un Grupo Armado Organizado (GAO).
“Ministro usted le escondió a Colombia que ese día de septiembre bombardeó siete niños y quizás son cuatro más, porque las pruebas de Medicina Legal muestran que otros cuatro cuerpos llegaron tan despedazados, que solo pudieron identificar que tenían menos de 20 años. Llegaron restos de cadáveres que se calculan están entre los 15 y 20 años”, dijo Barreras.
Ante ello, Uribe defendió que Gildardo Cucho era un objetivo válido “por su peligrosidad para la seguridad nacional” y que el operativo “se llevó a cabo de acuerdo con las normas nacionales e internacionales”, precisando que nunca se supo de la presencia de menores de edad. “Le acabamos de preguntar al ministro y dijo que los cadáveres quedaron irreconocibles. Apenas recientemente se supo que había niños reclutados por el grupo terrorista contra el que se hizo el operativo”, explicó.
En respuesta a cómo se tiene la certeza de que efectivamente eran niños reclutados, Uribe aseveró que no tiene mayor información de la que proporcionó Botero: “Él ha dicho que estaban en el sitio al cual se hizo el bombardeo, que era contra el señor Cucho, que estaba en una actividad delincuencial reclutando personas para crecer su movimiento de terror. Simplemente me refiero a lo que le escuchamos al ministro”.
Si bien el expresidente defendió que después del operativo los cadáveres quedaron irreconocibles y que por ello no se sabía si eran menores, manifestó que una vez se tuviera la certeza tras las labores periciales él sí hubiera informado y que, de hecho, el Gobierno debió reportar a la opinión pública lo sucedido.
“Cuando ya se supo que había niños debieron informar. El ministro dice que eso estaba bajo una reserva en una investigación de la Fiscalía. Yo hubiera informado, pero ese es un elemento de comunicaciones secundario. Aquí lo importante es por qué tenían esos niños allá, lo importante es que el Gobierno no sabía”, agregó Uribe.
El congresista insistió en que no remplazará al ministro y que sus declaraciones las hizo de acuerdo con lo dicho por Botero, advirtiendo que requiere ciertas reflexiones. “Antes que respuestas asertivas, aquí hay que evaluar los hechos. Por ejemplo, a mí ese hecho de los niños me parece de la mayor importancia para que la opinión y el Congreso evalúen”, precisó.
Sobre la eventual renuncia de Guillermo Botero el expresidente se limitó a contestar que “es un tema muy importante para valorar” y enalteció que este tipo de casos, así como la muerte de Flower Jair Trompeta –líder indígena de Cauca que, dicen allegados, habría sido torturado y asesinado por hombres del Ejército–, han sido manejados por la justicia ordinaria, y no por la Justicia Penal Militar.
“Estoy seguro, conociendo la firmeza del ministro y del presidente Duque para hacer respetar los derechos humanos, que si llegare a desvirtuarse el informe militar sobre la manera como se llevó a cabo el operativo y apareciera que hubo alguna responsabilidad por violación de derechos humanos, ambos tomarían las más rigurosas decisiones”, puntualizó Uribe.
El espectador.
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